Tras mis dos semanas en Nueva York, esa ciudad me ha generado diferentes reflexiones.
Por fortuna, he estado viviendo con una familia fantástica, en una de las zonas más desfavorecidas de Brooklyn. Con lo que a diario, veía, algunos de los contrastes que hay en esa ciudad.
Sorprende, el hecho de ver que pocas paradas de metro existe tal desigualdad socio-económica. Desde Upper East Side, al Flatbush East de Brooklyn... Encontrarte la nanny esperando en la puerta de la entrada de casa, con flores naturales y la merienda lista. Encontrarte con inseguridad en la calle, cuando llegas más allá de las 19h a casa, con una puerta que se aguanta con una cuerda y un timbre que no funciona.
Los anuncios en el metro, de diferentes médicos. Los rankings en las revistas de los mejores médicos de la ciudad y del país. La propaganda que reciben a diario, sobre la importancia de ir al médicos para el seguimiento de la HTA ( con visitas cada 3 meses), promoción del auto-examen mamario una vez al mes a partir de los 20 años, mamografías antes de los 40 y a partir de los 40 de forma anual, tratamientos dudosos de la depresión post-parto. Esta propaganda si la traducen al castellano, para toda la comunidad latina. Las políticas del miedo basadas en la ignorancia en una sociedad con todos los recursos imaginables ( siempre que puedas costearlos). Visitas de urgencias por ojo rojo, que cuestan 2000 $ ( si si, no me he equivocado con los 0).
Los centros de salud, son múltiples por toda la ciudad, sorprende ver las estanterías con las historias de papel. Los rascacielos, con todos los despachos privados de los médicos.
La sensación de los autóctonos es de ambivalencia, por un lado hay el miedo de que sea alguna cosa más grave por lo que precisan ese control, para sentir una relativa seguridad. Por otro lado la duda existente sobre la honestidad del profesional, y los conflictos de interés que tiene sobre cada una de las visitas.
Hace unos días leí este post en el blog de Gerente de Mediado, de Sergio Minué, linkear y leer la estremecedora historia del New England de Stillman y Tailor, le hace a uno pensar bastante...
"La honestidad de la medicina me llena de dolor " Arthur Rimbaud.
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