viernes, 20 de septiembre de 2019
Nuevos métodos para filtrarse en la formación.
Tras mucho tiempo desconectada del mundo de los blogs, intentaré volverme a meter, a ver si la conciliación familiar me lo permite. Aunque los blogs sanitarios, han caído bastante en desuso, ahora parece un artículo entre pasado de moda y pronto ya será vintage.
Siempre que puedo intento formarme de forma gratuita o mediante becas. No acepto ningún tipo de financiación por parte de la industria farmacéutica. De la misma manera, leo siempre los programas previa inscripción para ver si existe algún conflicto de interés. A excepción de jornadas o charlas sobre ética, que realiza una fundación relacionada con la Industria, dado que durante la charla no venden sus productos. A pesar de eso, me genera cierta incomodidad, asistir a las charlas, dado que la fundación existe gracias a los beneficios de sus productos y hay una parte que resuena en mi, de si será del todo honesto beneficiarme de eso.
Esta semana he ido a un par de actividades formativas. El primer dia all llegar y encontrarme un cartel de una empresa, cuyo nombre no quiero ni recordar, me chirrió un poco la historia. Pensé que había leído mal el programa. Así que a pesar de mi incomodidad por la presencia del cartel, asistí el resto fue bastante correcto ( unos ponentes financiados hasta arriba, con lo que pongo su discurso un poco en cuarentena). El segundo día, esta vez no encuentro cartel, pero si me regalan una libreta en la entrada ( mi alarma interior empezó a pitar) y al llegar al aula, me encuentro con todo de bolsas taaan de la industria. Allí si que las alarmas sonaron de forma muy ruidosa y decidí marcharme. A la salida en los escasos 5 min que había estado en el interior habían tenido tiempo de montar un stand, con libros..... Allí ya me salió la urticaria. Me fui informando a la organización la razón por la que me marchaba.
A medida que me alejaba, no entendía cómo el auditorio podía seguir lleno?¿?¿ A nadie más le sonó ninguna alarma al ver las bolsas? A nadie más le vino el impulso de marcharse de forma inmediata? En otros tiempos, seguro hubiese sacado un megáfono y hubiese sacado los colores a más de uno. El tiempo nos hace más discretos y aprendemos a librar nuestras batallas de formas quizás más adecuadas.
Hablé con una de las organizadoras, resulta que los ponentes, habían llevado sin previo aviso a sus representantes farmacéuticos. En las bolsas había lo que ellos decían material necesario para hacer uno de los talleres. Así, que la escurridiza industria ha encontrado un nuevo método para meterse en la vida de los profesionales. En las formaciones gratuitas, vienen de la mano de los ponentes y facilitan la formación que allí se da. A este paso, un día nos encontraremos a los ponentes como si de pilotos de F1 se tratara, con todo de parches en la camisa de las diferentes empresas.
Así que a pesar que estamos algo mejor que cuando escribía semanalmente en este blog, aún queda un trabajo inmenso por delante.
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