jueves, 27 de marzo de 2014

Simpatía vs empatía.

En las dinámicas y la forma de trabajar depende de la actitud que tiene cada uno. 

Cada uno hace lo que puede o lo que quiere, en el trabajo y lleva su compromiso, tan lejos hasta donde esté dispuesto.

Llegar más lejos, no siempre quiere decir mejor. Lo lejos que llegues tendrá sus partes buenas y sus partes malas como en prácticamente todo. Los contextos de las personas ponen límites a cómo de lejos puedas y estés dispuesto a llegar. 

En la situación actual, donde a pesar que estamos llegando al final del túnel y que hay algunos que ven una luz.  

Somos el país de la unión europea con mayores desigualdades el segundo con mayor pobreza infantil
Eso se transforma en muchas ocasiones en demanda en la consulta. Esta demanda, que no sabemos gestionar en muchas ocasiones, el cómo hacer de un problema social a un problema biológico y de ahí a una solución farmacológica.

Me pregunto si ese proceso de  transformación depende en cierta manera de la actitud de las personas, o sólo de la formación.  

Hoy he visto este vídeo, que me ha dado qué pensar.  ¿Qué difícil es ser empático? ¿ Cuanta beneficiencia supone el ser empático y no sólo simpático al paciente? ¿ Tenemos limitaciones en nuestra propia empatía? ¿ Por qué no tenemos formación en ello? ¿ Por qué la solución la ponemos en fármacos que nos desconectan de la realidad? 



"en tu relación con cualquier persona, te pierdes mucho sino te tomas el tiempo necesario para comprenderlos"  Bob Goldston. 

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