El día a día, nos lleva a preguntas sin respuestas.
Hace unas semanas Juan Irigoyen escribió esta joya para la relfexión, leer este texto, ha hecho que viniera a mi cabeza mil veces, en mi día a día.
Las complejidades de la consulta de la atención primaria, como figura de sustituta, compartiendo cupos, ayuda a ver determinados puntos de vista.
La longitudinalidad es la clave, porqué la fisiología de la enfermedad es importante aunque cómo se vive la enfermedad es vital.
Es complicado, ver una serie de pacientes, que en pocos minutos, debes tener información clave de sus patologías más importantes y de hacerte una idea de cómo las viven, cómo les afectan, qué les comporta. Generar espacios para debate y ganarte su confianza.
Personalmente, la sanidad privada genera en mi determinados anticuerpos, por infinidad de conflictos de interés y por mi idea romántica de la salud ( que no soy capaz de entenderlo como un negocio, aunque percibo que así es). Pero debo admitir, que hay cosas que hacen genial. La longitudinalidad que existe en la privada, no está en la sanidad pública. Las razones por las que lo hagan, no me voy a meter. Pero la confianza y seguridad que despierta, que un hipotiroidismo subclínico sea seguido durante 30 años por el mismo endocrino ( adecuación del hecho a parte), hace que el paciente se sienta cuidado! Mi experiencia personal, en 3 visitas que he hecho a neurología por migraña, han sido 3 profesionales distintos, la sensación que me llevé, no fue de que ese servicio estaba cuidando de mi ( aunque no sea nada más que una migraña).
Esto trasladado a la atención primaria, hace que me pregunte, si hay la necesidad de la existencia de un día de urgencias o un día de domicilios. Porqué con ello, se pierde esa longitudinalidad.
Estar en desacuerdo de la existencia que otro profesional visite a los pacientes de un cupo en situaciones agudas o en el domicilio, es un debate histórico en la AP. A veces es interpretado como paternalismo ( en su sentido peyorativo). Otras veces es interpretado como desconfianza del profesional responsable.
El debate real, está entre la centrifugación de responsabilidades o la falta de humildad de que uno puede hacerlo mejor que el resto de compañeros. Como siempre hay una escala de grises o una distribución en campana de Gaus. La verdad es que por la mitad es donde está la mayoría de personas. Aunque en realidad no se pretenda ni una cosa ni la otra.
Personalmente, creo que prefiero ver a todos los pacientes ya sea de urgencias o en el domicilio. Aunque a veces, cuando tengo algún paciente en el que me siento encallada, prefiero que algún compañero le de un punto de vista diferente, acostumbra a dar ideas diferentes que ayudan al paciente.
Es como una longitudinalidad asistida.
"El instante es la continuidad en el tiempo, pues une el tiempo pasado y el tiempo futuro" Aristóteles.
Me identifico con lo que dices, sin paternalismo ni desconfianza de los compañeros. Pero concientes de que es imposible mantener la continuidad absolutamente: visitas en otros entornos asistenciales, festivos, vacaciones, estructuras organizativas, docencia!!. Es imprescindible el esfuerzo diario para paliar las discontinuidades, y... especialmente cuando vuelves de vacaciones!
ResponderEliminarEs imporante no dejar de hacer ese esfuerzo y no dar jamás la batalla por perdida!!!
EliminarEse compromiso con el paciente es vital.
Una abraçada enorme!!!! :-)
Respecto a la longitudinalidad, el sistema público debería promoverla, incentivarla y cuidarla, especialmente en atención primaria.
ResponderEliminarEl sistema publico debería hacer una declaración honesta de principios, para que los que en él trabajamos, sepamos dónde vamos...
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