Hoy quiero contar una experiencia personal,
Esta mañana, mientras me dirigía a la consulta a las 6.35 de la mañana, mi cabeza no ha sido capaz de calcular la distancia de forma correcta y he tropezado en la calle (mi adicción a las chanclas tampoco ha sido de ayuda). A causa del tropiezo, me he caído, con contusión en ambas manos, rodilla derecha y cadera izquierda. Caída aparatosa, aunque sólo una baja, la pantalla de mi teléfono táctil (ahora tiene un efecto craquelado que lo hace muchísimo más interesante).
Yo soy mujer de 33 años, sin patología de interés, que dada mi alimentación, forma física y el nivel socio económico familiar, tengo contusiones y poco más. Que no he requerido ni de analgesia del primer escalón.
Esto me ha hecho sentir afortunada, por todo ello. He pensado en si mis variables fueran otras el caso hubiese sido muy diferente.
Si hubiese tenido 13 años, me hubiese muerto de la vergüenza y jamás se lo hubiera contado a nadie.
A los 23, me lo hubiese tomado a risa. Sin necesidad de hacer nada.
A los 33, me ha dado qué pensar. Además que llevo todo el día mucho más precavida de lo habitual ( las agujetas de salir a correr de ayer también han contribuido).
A los 43, probablemente un analgésico si hubiese caído también. Quizás alguna valoración por algún médico de familia, irradiación y algún tubigrip me hubiese ganado.
A los 53, la probabilidad de fractura de Colles, bilateral en este caso, hubiese sido más alta. Con lo que a parte de irradiada, dolorida , inmovilizada, una IT y una complicación familiar. Posiblemente me ganaría una densitometría ósea, y depende de la filosofía y los conocimientos críticos del médico, calcio vitamina D y algun bifosfonato de ultimísima generación.
A los 63, depende de las inclemencias familiares y la capacidad de adaptación, posiblemente alguna benzodiacepina hubiese corrido por mis venas, a parte de la menor agilidad. Con lo que quizás hubiésemos padecido alguna lesión facial probablemente que requeriría de algún punto de sutura. Más la fractura de Colles y toda las cascada posterior.
A los 73, también hubiese sido condicionado por mi trabajo. En caso de trabajadora manual, con posible artrosis incipiente, los movimientos hubiesen sido más lentos, ayudada por las benzos, con lo que hablaríamos de posible fractura de húmero y no de Colles. Con posible intervención secundaria, ingreso y complicaciones propias además de la escalada terapéutica de analgesia.
A los 83 años, hubiese supuesto casi seguro fractura de cadera. Con ingreso intervención quirúrgica y una alta mortalidad en el primer año tras la fractura. La cascada aquí ya sería más compleja, también dependiendo de patología de base.
Con lo que algo tan básico como mi torpeza mental de cálculo espacial, progresivamente acaba siendo un problema serio de salud.
"He sido un hombre afortunado, en la vida nada me ha sido fácil" Sigmund Freud.
Revisión de la prognosis de las caídas por JAMA
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