domingo, 23 de junio de 2013
Una verdad tan incómoda....
Ayer tuvo lugar las XV jornadas de residentes de la CAMFIC.
En la conferencia inaugural participaron dos referentes de la atención primaria en Catalunya, Roser Marquet y Albert Planes. Ellos hicieron un repaso sobre la evolución de la atención primaria, desde sus inicios. Como residente, me resultó muy enriquecedor por mil razones. Primero por saber de dónde venimos, de allí por los cambios y las luchas que se han realizado, y por último cómo les gustaría que fueran sus médicos de familia. Una de las cosas que más les gustaría, es que su médico de familia, crea en su especialidad, la crea, la quiera y la defienda.
Cómo defender la especialidad??
Para defenderla podemos negar nuestros puntos débiles y remarcar nuestros puntos fuertes. La técnica del despistaje con resultados a corto plazo. Es una opción bastante utilizada. La técnica de "¿Dónde está la pelotita?". Metemos la porquería debajo de la alfombra..... y ojos que no ven ( hostia que te pegas). El problema que me genera esa opción es que al final lo que está debajo de la alfombra, ocupa más que la propia alfombra.
Podemos gritar grandes frases de defensa de nuestra especialidad, buscando palabras magníficas que nos identifiquen y demás. Así destinamos toda nuestra energía en el continente y no en el contenido.
Para mi defender la especialidad, se defiende desde la humildad y la honestidad. Reconocer los puntos débiles de la especialidad y aprovecharnos de ellos para mejorar. Pero para eso, tenemos que bajar de ese pedestal donde vivimos. Poner cara y nombre de nuestros defectos es una verdad muy incómoda. Hace falta valentía. Esa valentía lleva a unas resistencias de los "habitantes" de los pedestales. Poner el dedo en la llaga, aun siendo con la mejor de las intenciones, molesta a determinadas personas. Este es un camino difícil, es como jugar al póquer con todas las cartas destapadas y a pesar de ello querer ganar.
Esto en el contexto de la polémica de la semana, me parece que la honestidad y la humildad para reconocer que a veces recetamos fármacos sin evidencia, porqué primamos la relación médico paciente o porqué los médicos primero somos personas , me parece brillante, admirable, valiente e impresionante. Personalmente tengo conflictos de interés con Enrique Gavilán, es alguien a quien tengo profunda admiración. Algunos compañeros se preocupan por lo que piensan los pacientes de ellos o la idea que quedará en la población de todo ello... quizás esta semana se guardaran los bolígrafos de la industria y demás pichigüilis... Cómo se dijo, a ver si el médico de familia que nos atenderá en el futuro, si tiene conflictos de interés con la industria, que lo haga público y que figure en la declaración de la Renta.
En fin este es mi pequeño homenaje, de apoyo a alguien a quien admiro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario