jueves, 23 de agosto de 2012

Incoherencias que enferman.

Como puede enfermarnos traicionarnos a nosotros mismos.....

Hay algunos aspectos que dependen de la sociedad donde vivimos, de lo que está admitido y de lo que no.

Actualmente algunos pertenecemos a la sociedad occidental ( si existe tal sociedad), que nos llenamos la boca cuando decimos que tenemos una mente abierta a todo tipo de cosas. Aunque en realidad quedan muchos tabúes, religiosos o sociales que tenemos encima. Aquellos pacientes con menos recursos personales, son los que más padecen de todos ellos. 

A veces ser incoherente con lo que uno siente o piensa, hace enfermar a las personas. Aunque lo peor es que no sólo enferma a la persona que no es coherente consigo misma, sino que también a las personas de alrededor. Sin duda aquí tiene el papel importante el médico de familia, el que trabaja con el paciente y con todo su entorno, la perspectiva de la persona y el entorno,   y no sólo de la enfermedad es clave. 

Los casos más claros y más difíciles, son los del trastorno de género. Cuantos adolescentes tenemos en la consulta que no están de acuerdo con el género que les ha tocado?¿ Cómo saben que en realidad ese malestar que tienen es debido a eso?¿ Cómo podemos ayudarlos nosotros a darse cuenta de ello?¿Cierto es que la incidencia de transexuales en la consulta de atención primaria no es muy elevada, pero me pregunto cuantas veces los médicos nos hemos planteado eso dentro del diagnóstico diferencial?¿

Otro caso, sería el de la homosexualidad. Si parece que desde finales del s. XX ha habido un gran destape y aceptación de la homosexualidad en la sociedad moderna ( de determinados países del mundo). Pero hay etnias, religiones y determinados grupos sociales para los que esto aún no es una opción. Cómo ayudar a un musulmán , un gitano o un hombre mayor a aceptarse a si mismo, a gozar de su verdadera sexualidad sin que se sienta excluido de su sociedad¿?

Cuántas parafilias se quedan fuera de las consultas?¿ Por vergüenza, porque muchos creen que eso no es médicamente relevante?¿ Cuánto puede aguantar un ser humano encerrando sus deseos y sus anhelos en el fondo de un baúl?¿?

Lo que mi pobre experiencia me ha enseñado, es que todas estas personas que no son coherentes con lo que sienten, acaban enfermando. Que ese malestar que tienen, lo transmiten a su alrededor, lo proyectan, con lo que hacen enfermar también a sus parejas, sus hijos, sus familias. Estas parejas adquieren roles que no son los que les tocan, y eso deteriora su calidad de vida y las acaba enfermando. Mantener las apariencias es la solución fácil, pero es una falsa solución. 

Es de nuestra responsabilidad ayudar a esas personas a ser coherentes, a no temer y eso pasa por nunca juzgar a los pacientes, por no tener tabúes. Pero tampoco somos todopoderosos, que sepamos la verdad de todo... pero si podemos acompañar a estas personas, en este proceso tan complejo y doloroso que es el ser coherente con uno mismo. Pero me apena mucho, todos y cada uno de los casos que llegan a la consulta, por incoherencias autoimpuestas. Me apena esa coloración, a agrio que adquieren con el tiempo.  Uno tiene el derecho y el deber de equivocarse, pero uno no debería permitirse el lujo de ser incoherente consigo mismo. 

Debo aclarar, que ninguno de los casos posibles los considero una enfermedad como tal, considero enfermedad el hecho de no aceptar lo que uno es. Eso considero que es un trastorno adaptativo, que en múltiples ocasiones acaba transformándose en depresiones, distimias, trastorno del control de los impulsos y un sin fin........Somos un animal social, necesitamos de la sociedad para sentirnos plenos, pero cuantas veces es la sociedad la que nos enferma?¿

"Ponemos más interés en hacer creer a los demás que somos felices, que en serlo" François de Rochefoucauld.



No hay comentarios:

Publicar un comentario